“Pareja:
EunHae Temática: están ebrios y pasan cosas, y al día siguiente tienen que
enfrentar lo que pasó Gracias!” GRACIAS. Quería una excusa para usar esta canción [x] de
inspiración y me la han dado ;A; [Ni siquiera tiene mucho que ver, pero me inspiré igualmente xd]
Talking
Body
Despertó con ecos de la noche
anterior en su cabeza, un espectro extraño que no sabía cómo reconciliar.
Apretó los párpados con fuerza; la luz se colaba por las cortinas color damasco
de la habitación y lo obligaba a desper…
DongHae abrió un ojo. Su dormitorio
no tenía las cortinas color damasco. De hecho, tenía cortinas de bambú que no
dejaban entrever luz. Las sábanas tampoco eran tan suaves, ni la cama tan
grande, ni...
Esta es la pieza de Hyukkie.
Y todo llegó a su mente en un flashback. El alcohol, los toqueteos
juguetones que se transformaron en besos, en agarrones, la piel ajena, los
gemidos—¡los gemidos! Mortificado, enterró el rostro en sus manos y se mordió
el labio para no gritar de vergüenza. ¿Cómo era posible que unas copas de más
lo hubieran llevado a la cama con su
mejor amigo? ¡Casi veinte años bebiendo juntos y nunca un beso, un toque
inapropiado, una insinuación extraña! ¿Por qué de pronto…?
Ugh. Mátenme. Mátenme ahora.
Con la piel picando incómoda con
recuerdos lo suficientemente nítidos para reconocerlos por lo que eran, se levantó
de la cama. Su cuerpo se sentía ligero, descansado a pesar de la resaca inminente,
y se negaba a creer que el sexo con HyukJae fuera la causa.
Tirados en lugares inverosímiles, logró
encontrar su playera y unos pantalones que no estaba seguro si eran de HyukJae
o suyos, y caminó hasta la sala.
HyukJae estaba sentado en el sofá,
rodillas pegadas al pecho, mentón sobre rodillas. Estaba pálido y parecía no parpadear, pero al
menos sus hombros se movían a un ritmo regular de respiración. Al menos ninguno había literalmente
muerto de vergüenza.
Era
algo.
DongHae caminó hasta el sillón, las
plantas de sus pies deslizándose grácilmente sobre el piso de madera, para
luego sentarse en el rincón más lejano de HyukJae. El pelirrojo no hizo nada
para dar cuenta de la presencia de DongHae, así que… Así que así se quedaron.
DongHae
quería gritar.
Esto es incómodo. Estoesincómodoestoesincómodoestoes…
—Okay, esto oficialmente es un
desastre—murmuró HyukJae.
DongHae no pudo más que estar de
acuerdo.
—Anoche… No vamos a hablar de…
¿Cierto?—se aclaró la garganta y DongHae asintió—. Estábamos ebrios, fue… era
un juego… Somos amigos. No es que no significara nada, fue… fue… eh… bueno. Pero
somos amigos. Los amigos… O sea. Ehm.
DongHae sonrió penosamente al ver que
el cuello y las orejas de HyukJae se tornaban lentamente del color de su cabello.
Sabía que estaba tratando de arreglar las cosas, de hacer todo más fácil para
ambos, pero vamos. ¿Quién puede mirar
a la cara a su mejor amigo después de haber visto la expresión que pone cuando
eyacula (hecho real, por cierto)? Agitó su cabeza para desviar sus pensamientos
de ese tren de ideas. No era en lo que
quería pensar por el momento.
—¿Está bien que sienta que sigues
siendo mi amigo? O sea… Lo de anoche…—carraspeó, sus mejillas acalorándose de
inmediato. Era cierto que no recordaba nada muy concreto, pero recordaba lo
suficiente. Especialmente, recordaba sensaciones, y sonidos, y gestos y… No. No
iba a pensar en eso. Simplemente no—. Pero seguimos siendo amigos, ¿no?
HyukJae sonrió y asintió,
levantándose del sillón y extendiéndole la mano para ayudarlo a pararse
también.
—Amigos.
—Amigos.
Amigos… ¿Entonces
por qué la cercanía con HyukJae lo estaba perturbando tanto?
Veinte minutos y una ducha muy confusa después, DongHae estaba
listo para marcharse. En teoría, al menos. HyukJae lo acompañó a la puerta
porque parecía lo correcto (a pesar de que nunca antes lo había hecho; muchas
veces ni siquiera se despedían como humanos educados, sino que le revolvían el
cabello al otro o dejaban un post-it prometiendo llamar), pero DongHae no podía
evitar sentirse… curioso. ¿Era raro que no quisiera irse? ¿Era raro que
quisiera abrazar a HyukJae para ver si esta vez se sentía completamente
distinta a todas las demás? Una parte de DongHae quería borrar todo lo ocurrido
y seguir adelante, pero había otra, creciente, que no podía evitar preguntarse…
—Así que…
—Así que… Esto fue… extraño—dijo
DongHae, y HyukJae soltó una carcajada.
—Mucho.
Un segundo. Eso demora tomar una
decisión que puede cambiarte la vida. Y en ese momento, DongHae tomó la
decisión de inclinarse y besar a HyukJae. Besarlo sobrio, inocente, expectante.
Y HyukJae no se alejó, sino que se inclinó y lo besó de vuelta, prolongando ese
maravilloso roce de labios lo suficiente para que a DongHae le quedase claro:
Sí, algo había ahí.
¿De dónde había salido? ¿Desde cuándo
había estado brotando? No tenía idea. Solo sabía que ahí estaba, retorciendo su
estómago y provocándole una taquicardia casi clínica.
Algo había, pero ahora no tenía
nervios para lidiar con ello…
…Así que salió corriendo, gritando un
“¡nos vemos!” desde la mitad del pasillo.
HyukJae sonrió y soltó una carcajada
nerviosa, sin poder creerlo.
—Tarado—murmuró, mordiéndose el labio
y cerrando la puerta.